A finales de Agosto me reincorporé al trabajo tras las vacaciones. En menos de 10 días era consciente de la pérdida de forma física. Desengañémosnos, no era algo que se hubiera dado en un mes de vacaciones, pero este año había empezado a dar señales cada vez más difíciles de obviar. Un día en consulta me costó la misma vida hacer una biopsia de médula ósea a una paciente con un hueso algo más duro de lo normal y pasé la mañana entera de consulta con un dolor lumbar horroroso. Diablos, con 28 años no podía estar así.

Decidí apuntarme a un gimnasio cercano a casa. Horarios amplios que me permitieran ir en cualquier momento. Pedí consejo a gente de mi entorno acerca de cómo retomar el ejercicio físico que hacía tanto tiempo que no practicaba. Una de las cosas que me contaron fue que las chicas solemos cometer una serie de errores por desconocimiento o por falsas creencias.

A las chicas nos da pavor coger una pesa. No queremos ponernos como Arnold “Charcheneguer”. Olvidamos que para ganar esa masa muscular tan notoria tenemos que hacer ejercicio con grandes cargas y estar bastante tiempo entrenando (además de tomar algún que otro anabolizante…). Es una pena que eso ocurra, ya que al hacer pesas tonificamos nuestro cuerpo, adelgazamos con mayor facilidad al aumentar nuestro metabolismo basal puesto que el músculo necesita bastante energía para su mantenimiento en reposo.

No nos alimentamos bien. Se nos mete en la cabeza que para tener un cuerpazo de infarto de aquí a unos meses lo ideal es morir de hambre y morir en el gimnasio. Reducción drástica de grasas, el pan ni mirarlo, cenamos cereales con leche porque una conocida marca de cereales asegura que es lo mejor para tener el tipazo de la modelo que aparece en la caja, tomar suplementos y complementos que nos prometen que acelerarán el camino hacia el cuerpo soñado… ¿Qué tal si nos dejamos guiar por un endocrino o un experto en Nutrición y Dietética que nos explique cómo modificar nuestra alimentación? O por el sentido común. Es posible seguir el dicho “Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, cenar como un mendigo” y adelgazar. Y para estar en forma no necesitamos tomar batidos de proteínas ni tomar los famosos termogénicos ni nada de eso.

No tenemos término medio: calva o con tres pelucas. Sobreentrenamos, yendo todos los días a hacer lo mismo sin darnos el suficiente descanso, pensamos que cuanto más hagamos antes tendremos el cuerpo que queremos…y nos estamos arriesgando a lesiones, a fatiga muscular. O vamos una vez por semana porque siempre hay una excusa.

No llevamos un sujetador deportivo. ¿A nadie le duele el pecho pegando botes en aeróbic o corriendo como si fuera la prima de Forrest Gump con ese sujetador viejo dado de sí? Un buen sujetador deportivo hace maravillas, sujeta bien el pecho, evita lesiones y daños innecesarios. No son caros.

¿Qué otros fallos creéis que solemos cometer las chicas al ir al gimnasio o practicar ejercicio físico en casa o al aire libre?

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7 opinaron sobre “Los cinco errores más comunes de las mujeres al hacer ejercicio físico

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  2. Gran error #1 tanto de hombres como mujeres: ir en solitario. La fuerza de voluntad es recurso finito y no es tan difícil gastar toda la que se tiene para el día en el trabajo, antes de poder ir al gimnasio. En cambio, si se tiene un compañero/compañera de entrenamiento, es más difícil saltarse una sesión por falta de ganas.

    Por otra parte, apuntarse a un gimnasio está un poco sobrevalorado. A no ser que vayas a las clases con asiduidad o necesites equipamiento especial para algo, gran parte del entrenamiento de fuerza que estás intentando hacer (flexiones, abdominales, sentadillas, etc) se puede hacer en casa o al aire libre. Por ejemplo, cuando mi mujer hizo su estancia de investigación en Pekín, se apuntó a Heyrobics y volvió en bastante mejor forma de la que tenía cuando se había ido (y eso que ella ya es triatleta de por sí). Las sesiones eran al aire libre, o si hacía malo, en una cancha de balonmano cubierta que les cedía una escuela local, y no creo que llegaran a usar nada más sofisticado que una colchoneta.

  3. Para mí el error número 1 no está en el ejercicio (aunque es verdad lo que comentas del pánico a las pesas o el sobreentrenamiento temporal), sino en la cocina. La mayoría de las mujeres que conozco a partir de cierta edad pasan hambre para estar delgadas de continuo; si no tienen fuerza de voluntad para pasar hambre de continuo (me deja anonadada la cantidad de mujeres que sí la tiene) fluctúan entre “comer normal” y pasar hambre para volver a dejar atrás los kilos que recuperaron mientras “comían normal”. Nos hace mucha, mucha falta aprender a comer, lo digo en serio.
    El error número 2 para mí es pensar que si adelgazamos o nos ponemos más en forma se nos va a quedar el cuerpo de Halle Berry. Señoras y señoritas, asumámoslo, algunas no tendremos nunca jamás ese cuerpo por muy en forma que nos pongamos; la posición de los huesos de mi cadera NO va a cambiar, si tienes el culo p’adentro NO se te va a poner respingón (ya puedes hacer sentadillas, ya), las piernas no se te van a estirar o a encoger, etc.

  4. Hola a tod@s:
    Primero: Hacer actividad deportiva a primera hora de la mañana sin haber desayunado nada de nada. Hay quien tiene la teoría de así quemo lo reservado. No se si quemarás más, cosa que dudo profundamente, si no que te arriesgas a que te dé una pájara buena durante el ejercicio.
    Segundo: Olvidar algo tan importante como los estiramientos. Cuando no tenemos 15 años el estiramiento pasa a ser casi tan importante como el ejercicio en si. Dedicarle 15 minutos a un buen estiramiento puede darte muchos beneficios.
    Tercero: Falta de constancia. El estar bien de forma física lo que más requiere es constancia. No podemos plantearnos hacer ejercicio físico 2 meses y estar como una supermodelo. Si quieres estar bien tienes que hacer ejercicio todo el año. Tiene que formar parte de tu forma de vivir. Como ducharte, comer o vestirte. Los buenos resultados son a largo plazo.
    Cuarto: Pretender hacer ejercicio con amistades. Cuando uno quiere hacer ejercicio debe pensar en hacerlo vaya quien vaya. A mi me pasa con mis amigas que si yo salgo a correr ellas salen, pero si yo no salgo ellas no salen. Eso sí, yo cuando decido salir a correr salgo y si voy sola voy sola. Y me da igual ir sola al gimnasio. Es más, cuando ya tienes bien establecida una rutina hasta prefieres ir solo porque si estás hablando no trabajas igual.
    Quinto: Alimentacion. Como dice Mortiziia efectivamente el problema muchas veces está en la cocina. Pasamos de un extremo a otro. O bien la despensa está llena de papas fritas y croissants de chocolate o solo hay rúcula i tomate. Lo que hay que tener claro es que a partir de cierta edad debes evitar comer ciertos alimentos. No solo por estética si no por salud y comer aquellos que sabemos que tienen valores nutricionales favorecedores a pesar de que sean muy calóricos. Más que pensar en comer bajo en calorias hay que pensar en comer sano. Al final todo está ligado.

  5. Otro de los errores es llevar ropa no adecuada:
    Si es la primera vez que se va no puedes ponerte delante de una cinta de correr con unas zapatillas victoria…
    No digo con esto que nos tengamos que comprar unas Asics, pero si un calzado adecuado al tipo de ejercicio que hagamos.
    En cuestión de ropa, estoy totalmente de acuerdo con lo del sujetador deportivo, son muy necesarios.
    Si vamos a practicar deporte, tendremos que hacernos a la idea de que vamos a centrar nuestro cuerpo y cabeza, a este tiempo, por lo que no recomendaria llevar ni aros en las orejas, ni moviles con whasapp, ni forros polares…, (cosas muy comunes que veo últimamente, y que me horrrorizan)
    Cada cosa tiene su momento, y si quieres tener exito en lo que estas haciendo, hay que centrarse en lo que estas haciendo.

    Gracias por tus consejos, el deporte es para mi una forma de vida.

  6. Deporte y mujer es un binomio difícil de digerir. Ya en la infancia, la práctica deportiva de niños y niñas demasiado pronto empieza a diferenciarse, además en la adolescencia las chicas empiezan a abandonar la práctica deportiva para dedicarse a “otros quehaceres”. Pocas mujeres mantienen actividad física regular (no aquello de hoy voy al gimnasio por tener remordimientos tras una copiosa cena) pasados los 20 años si no se decidieron por el deporte de competición. Y cuando nos acercamos a los 30, a los 40 y más allá con los cambios físicos en el cuerpo sí o sí, como bien dices toca pasar hambre para mantenerte en ese punto “aceptable”.
    En mi caso pasé 15 años en la esgrima de alta competición y el después nunca es fácil, el cuerpo no se acomoda fácilmente a la disminución de actividad física y además los años van sumando. Lo que sí te queda es el gusto por la práctica de actividad física, para mí la vida es imposible sin ella.
    Y una última reflexión: ser “carne de gimnasio” con 15 años es una pena pero también lo es a los 30 cuando algunas aterrizan en un gimnasio buscando quemar las calorías que se comieron en los años anteriores y su cuerpo tras algunos días dice: basta !!!
    Me has dado ganas de escribir un post!!
    Abrazos.

  7. Se me ha escapado una sonrisa leyendo vuestras respuestas. Sí, las mujeres somos la rehostia a la hora de realizar/retomar ejercicio físico, muchos hombres también. Observo una gran facilidad para caer en esos errores y para perder el buen hábito de practicar algún deporte o actividad física.

    Por lo pronto he conseguido tener una rutina de ejercicio y ya no me “ajogo” al correr tras el autobús…

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