Querido R-blasto:
has sobrevivido al examen MIR. Enhorabuena. A estas alturas tendrás tu número de orden provisional y estarás esperando el número definitivo, cruzando dedos para que no se mueva mucho tal como están las cosas este año.
Seguramente habrás empezado ya el “turismo hospitalario”, preguntando por las especialidades que te llaman la atención. Si te planteas Hematología, enhorabuena, es una especialidad muy completa.
Hematología es la especialidad de la gente de culo de mal asiento. Tiene laboratorio, planta y consulta. Te ofrece la posibilidad de tener trato con pacientes o de no ver un paciente en toda tu vida laboral.
En el laboratorio aprenderás el maravilloso mundo de las citometrías de flujo y el microscopio. Te hartarás de ver extensiones de médula ósea y frotis de sangre periférica. Se te pondrán los ojillos como al Fary tras comer limones de tanto mirar la pantalla del ordenador con las citometrías de flujo y sus numerosos marcadores. También te podrás dedicar al mundo de las PCR y el FISH. Meterte de lleno en el Banco de Sangre, en el proceso de la Inmunohematología, del tipaje y escrutinio de anticuerpos irregulares, de las complicaciones derivadas de una transfusión o las anemias hemolíticas que tanta brasa dan. O meterte en el laboratorio de Trombología o Eritropatología. Tienes para elegir, por lo que puedes ver. Y además puedes pensar con orgullo que el hematólogo ve en vivo y en directo lo que está pasando, es el que hace las pruebas (las biopsias de médula ósea corren a cargo de él), el que las analiza, diagnostica y trata.
En la planta de hospitalización verás a pacientes que ingresan para estudio y tratamiento de alguna neoplasia hematológica, así como ciertas anemias, PTI y PTT. También a pacientes que recibirán trasplante de progenitores hemopoyético o a los que sufran infecciones oportunistas.
En consultas verás el seguimiento de anemias, mielodisplasia, mieloproliferativa o linfoproliferativa crónicas que no requieran ingreso, neoplasias agudas en los periodos entre ciclo y ciclo de quimioterapia, PTI que no requieran hospitalización, alteraciones de la coagulación, control y seguimiento de pacientes anticoagulados…
Es una especialidad eminentemente oncológica. Ten esto MUY claro. Aunque te puedas dedicar a otras áreas y, de hecho, las veas, el plato fuerte son las neoplasias hematológicas.
Mis consejos a la hora de elegir hospital son:
- Busca que se realicen trasplantes. Es necesario acostumbrarse en las guardias al manejo de las complicaciones de un paciente trasplantado, de las enfermedades injerto contra huésped, las infecciones oportunistas…
- Pregunta cómo están establecidos los rotatorios dentro de la especialidad. Hay una gran variación de un hospital a otro.
-Asegúrate de que tanto el jefe de servicio como los tutores no ponen pegas para rotar fuera del hospital. Rotar en otro hospital es bueno y necesario, aprendes otras formas de trabajar, valoras lo bueno de tu servicio aún más y ves que lo malo no es tan malo o que lo que creías la pera limonera no era para tanto.
- Pregunta si todos los linfomas los lleva el servicio de Hematología o hay algunos que los lleva Oncología.
-Como mucho 2 residentes por año. Lo ideal es que seas el único residente. Toda la carga de trabajo para ti, todas las oportunidades de aprender para ti, no tener que jugártela a cara o cruz ir a ese curso que te apetece tanto,menos problemas a la hora de establecer guardias y vacaciones.
- En 4 años pueden cambiar mucho las cosas pero en Andalucía, de momento, el tipo de contrato que hay al terminar la residencia es mensual, al 75% del sueldo (no del tiempo…) o incluso al 50% y 33%. Durante la residencia el Servicio Andaluz de Salud te detrae 5 horas de las guardias (no te las paga) y tienes que hacer una tarde de 5 horas gratis como establezca tu servicio (pasar consultas, hacer ingresos…). No, no eres funcionario, has hecho el examen MIR para un contrato de 4-5 años como becario del hospital, pero te recortan como a un funcionario.
- El tutor es fundamental. No va a estudiar por ti, no te va a llevar de la manita…el esfuerzo es tuyo, pero si ese tutor te sabe exigir, ayudar y orientar, lo vas a agradecer muchísimo.
-Pregunta desde cuándo se hacen guardias en el servicio. Hay hospitales en los que se empieza de R2 y otros en los que se empieza de R3. También es muy común que de R1-R2 hagas guardias “de mochila” gratis, para que vayas cogiendo soltura antes de que llegue la hora de la verdad y te den el busca para ti solito.
- El ambiente es importante. Son cuatro años muy intensos, en una especialidad dura y se agradece que haya buen rollo entre los compañeros. No te quedes sólo con lo que te cuente el residente al que preguntes, pregunta a tus amigos que ya sean residentes cómo se ve desde fuera el servicio, pregunta a gente de otros hospitales qué tal en X. Gente buena y mala hay en todas partes, pero tampoco es plan meterte en un sitio que parezca la versión hospitalaria de Juego de Tronos.
Creo que no me he dejado nada por el camino
Suerte en la elección de plaza.